Existen cifras relevantes para entender la magnitud de uno de los desafíos a la seguridad más grandes, el desarrollo de más ataques terroristas por yihadistas convertidos con diferentes tendencias que según la evidencia los terroristas europeos, a diferencia de sus contrapartes en África del Norte y Medio Oriente, suelen contar con antecedentes penales.
Este dato sugiere que un criminal convertido en yihadista tiene más posibilidades de aprovisionarse con armamento, gracias a contactos en redes de traficantes. Además, dado que el yihadismo ofrece martirio como una forma de redención, individuos radicalizados tienen motivación para perpetrar ataques, incluso a costa de perder sus propias vidas. Los reportes indican que muchos de los yihadistas europeos radicalizados tienen antecedentes penales. En este sentido, análogamente a las redes criminales, los círculos extremistas estarían reclutando en entornos sociales cerrados, aprovechando los vínculos personales de los miembros que ya están comprometidos con la causa. Para ello la narrativa yihadista apela a las necesidades personales de los criminales, confiriendo, a través de la ideología, licencia o legitimidad para cometer más crímenes en nombre de una misión trascendental, y que paradójicamente los exonera de todo mal pasado. Ofrecen un sentido de propósito y dirección, redirigiendo las acciones criminales mediante una ideología mimetizada con la religión.
Sobre la relación entre el crimen y terrorismo islámico, el 40% de los actos terroristas en Europa se financian parcialmente con delitos menores, como la venta de drogas, hurtos, y la compraventa de bienes robados. De este modo, los yihadistas que provienen de la criminalidad hacen lo que mejor saben hacer, solo que para un propósito más siniestro siendo las prisiones el caldo de cultivo para yihadistas. La apologia es fácil de predicar entre jóvenes enojados haciendo amplio uso del internet formando vínculos interpersonales que luego pueden transferirse de par en par dentro y fuera de la cárcel. Es factible que un yihadista con antecedentes criminales cuente con experiencia para llevar a cabo actos terroristas con mayor probabilidad si ya ha estado involucrado en incidentes violentos. Por otro lado, un yihadista en potencia podría saber dónde y cómo conseguir armas de antemano y cómo adaptarse para mantener un perfil bajo. Sin embargo dado que el acceso a las armas están restringidas, los manuales Yihadistas contemplan la utilización de cualquier medio para causar terror como vehículos, armas blancas, incendios, etc.
Los españoles yihadistas son en su mayor parte individuos de ascendencia magrebí, y que por regla general disponen de vínculos con células tanto en Europa como en África del Norte y Medio Oriente y muchos individuos financiaban sus actividades mediante el tráfico de drogas a pequeña escala, y otros delitos de poca envergadura. los vínculos personales representan el principal vehículo para la radicalización que en definitiva los individuos radicalizados buscan llenar un vacío existencial que el islam integrista sabe explotar, ofreciendo recompensas materiales como intangibles espirituales. Los yihadistas medio orientales y africanos tienden a no tener antecedentes penales, no es común que los terroristas provengan de un entorno criminal reducido o que hayan cometido delitos previos a su involucramiento con causas radicales. Un numero considerable de terroristas tienen educación superior y algún tipo de experiencia profesional en carreras técnicas o científicas, con títulos en ingeniería, matemática y medicina. En comparación, muy pocos hicieron estudios islámicos y menos aún humanitarios.
El aislamiento, la frustración laboral, social y política de los jóvenes es un caldo de cultivo para ser reclutado. Sin embargo, Internet es la herramienta principal de captación, propaganda, proselitismo y radicalización del yihadismo en Europa. Los terroristas consultan páginas extremistas donde tienen acceso a libros sobre la yihad, vídeos violentos o manuales sobre la fabricación de bombas, el terrorismo yihadista no requiere de una estructura de corte jerarquizado, funcionando principalmente a través de estructuras en red compuesto por individuos y grupos afines ideológicamente repartidos por todo el mundo difundiendo mensajes a través de Internet para impulsar las actividades de los diferentes grupos adscritos al islamismo radical, a la vez que reclutar y movilizar a nuevos adeptos. Como vemos, la evolución de las nuevas tecnologías, aplicaciones móviles y demás herramientas virtuales generan constantemente nuevas oportunidades en las redes, existiendo evidencias que muestran que el Daesh ha ido incrementando exponencialmente su apuesta por el uso de Internet con fines de radicalización e inspiración de atentados. Asimismo es posible constatar cómo ha aumentado significativamente la cantidad de material, propaganda e informaciones radicales disponibles y fácilmente accesibles en el ciberespacio, así como el número de personas que acceden a estos contenidos y los utilizan. Las fases de radicalización y de reclutamiento son independientes entre sí, manteniendo las siguientes etapas:
- Etapa de identificación: Se persigue el impacto emotivo-afectivo agradable del usuario. No basta con navegar por un entorno virtual yihadista, pues el sujeto debe mostrar predisposición a la doctrina para pasar a la siguiente fase.
- Etapa de captación: El usuario de la red es puesto a prueba por los administradores o encargados del sitio web, red social, foro o lugar virtual en cuestión, con el objetivo de comprobar la fidelidad de su ideología y su disposición.
- Etapa de radicalización: La relación comienza a ser bidireccional. La adhesión a la ideología radical ha de ser inquebrantable, por eso se establecen compromisos mutuos tales como manifestaciones por escrito o pequeñas acciones de ayuda a la yihad. El fin último es la asunción de la nueva identidad.
- Etapa de fidelización: Requiere esencialmente la inversión de tiempo. La persona captada ha de demostrar que ha interiorizado los valores del radicalismo pertinente como propios, haciendo de ellos su modo y objetivo de vida. En este punto puede considerarse como parte de la célula. En dicha etapa, el sujeto ya profesa la ideología radical, de modo que a efectos de investigación y/o prevención es susceptible de cometer actos violentos y justificarlos en nombre de su creencia.
- Etapa de acción: La intención se demuestra con la comisión de los actos acordados.
Aunque no sea posible establecer un perfil típico de combatiente extranjero, existen rasgos comunes entre los que destacan que los foreign fighters son por lo general hombres musulmanes de entre 18 y 35 años, recién convertidos al Islam de segunda o tercera generación en un país occidental que tras los atentados terroristas, EEUU y Europa han sido catalogados, provocando que se cree un sentimiento de decepción hacia occidente siendo su motivación es mas personal que política. La mayoría de combatientes acumula antecedentes personales y la minoría tiene problemas psicológicos.
Una vez que el combatiente es reclutado en prisiones o lugares de culto, las mujeres y familia lo acompañan para formar parte del califato islámico y una vez allí reciben un salario por combatiente, por las mujeres y los hijos. Los prototipos de retornados pueden dividirse en tres grupos, los retornados operacionales que vuelven a sus países de origen para perpetrar atentados terroristas y reclutar a mas personas, los retornados desunidos que siguen siendo fieles al yihadismo y su causa han tenido que luchar contra yihadistas rivales y el tercer grupo que retornan por decepción, sentimiento de engaño y arrepentimiento. Al no ser sospechosos, logran pasar los controles.
El Daesh ha convertido en punta de lanza a individuos que al no ser sospechosos, logran pasar bajo la mirada de los servicios policiales, los lobos solitarios operan individualmente o en pequeños grupos y son protagonistas de una de las principales amenazas terroristas en occidente como el muchacho que se hizo estallar en Ansbach Alemania, los atentados en San Bernardino California, Orlando Florida, Niza Francia y Wurzburgo Alemania. Ni el mejor servicio secreto del mundo es capaz de desarticular el accionar de un lobo solitario y son prácticamente invisibles por lo que es preciso estar atentos a otro tipo de información, indicios sobre el comportamiento de sospechosos por ejemplo Mateen y Lahouaiej tenían antecedentes de violencia contra las mujeres, el asesino de Orlando comento a sus compañeros de trabajo sus ansias de matar y su odio a los homosexuales.
Los perfiles psicológicos de los lobos solitarios que atacaron en Orlando y Niza muestran a personas con desequilibrios psicológicos sobre todo relacionados con serios problemas para controlar la agresividad y los arrebatos de ira, eran violentos, maltrataban a sus esposas y habían tenido problemas con drogas. El Daesh dirige su propaganda a individuos perturbados y fascinados con la violencia extrema y se aprovecha de las frustraciones, auto odio y aspiración al suicidio, es importante señalar que para esta agrupación terrorista yihadista, los lobos solitarios se han convertido en un arma fundamental en su ofensiva contra occidente, logrando atentados exitosos sin mayor esfuerzo, la acción de estos terroristas le permite mantenerse en el primer puesto de la amenaza global. Así mismo el Daesh cuenta con un equipo de especialistas que gestionan cientos de cuentas de twitter y canales telegram que intentan convencer a individuos en occidente para que perpetren ataque en sus países, incluso los disuaden de ir a Siria e Irak con mensajes La menor acción que tu hagas en tu país es mejor y mas beneficiosa para nosotros que lo que harías estando aquí.
Abú Bakr Al Baghdadi, el líder del Estado Islámico ha entendido que si llama al terror el terror viene. Por eso, con esas personas no necesita ningún contacto directo. Su mensaje, que es muy persuasivo basta», dice Riedel. Además, cuando se produce uno de esos ataques, su agencia de noticias, Amaq, se lo atribuye. Días más tarde, en sus revistas de propaganda, como Dabiq, en inglés, los yihadistas hacen reportajes de esos individuos. Así lo hicieron con el terrorista de Orlando y con el matrimonio de San Bernardino.
Otra característica de los lobos solitarios es que no usan la vestimenta tradicional sino visten poleras con motivos occidentales. Tampoco se restringen para beber alcohol e ir a discotecas a conocer mujeres. No rezan el Corán varias veces al día e incluso algunos practican el islam desde apenas unos meses. Se trata de los nuevos yihadistas millennial’s, aquellos jóvenes entre 18 y 35 años que han perpetrado ataques en Francia, Reino Unido, Bélgica, España y otros lugares.
Este fue el caso de Hasna Boulahcen, la joven de 26 años que se inmoló en el barrio parisino de Saint-Denis con un cinturón de explosivos, en noviembre de 2015. Según la revista española Semanal XL, sólo había utilizado el velo islámico apenas unas semanas. Incluso fumaba, bebía cerveza, había tenido varios novios y se tomaba selfies medio desnuda en la tina de baño. También le gustaba ir a fiestas y todo el día estaba pendiente de Facebook y de WhatsApp.
Lo mismo ocurrió con Mohammed Emwazi, conocido como “John el yihadista”, cuya función de verdugo del Daesh capturó la atención mundial. En un artículo del diario The Times, el periodista Robert Verkaik explicó que el joven londinense, que murió en noviembre de 2015, tuvo una vida bastante normal. Creció en Maida Vale, un pudiente barrio del noroeste de la capital británica, en el seno de una familia que no era fanática religiosa. Asistió a un colegio católico, le gustaba el grupo S Club 7, era hincha del Manchester United y tuvo educación universitaria. Sin embargo, terminó radicalizándose y uniéndose a las filas del Daesh.
Un perfil similar tienen los integrantes de la célula de 12 miembros que atentó en Barcelona y Cambrils. Incluso uno de los detenidos lucía una polera con las siglas de “USA”, algo impensado para un yihadista.
“Los nuevos reclutas del Daesh son millennial’s, tienen una cultura digital y para seducirlos se usa el marketing viral, las redes sociales y el lenguaje audiovisual.