La amenaza cibernética se ha convertido en un juego interminable en que los delincuentes cada vez se muestran mas sofisticados elevando de manera permanente el estándar para que las organizaciones se defiendan.
La ciberdelincuencia es toda una industria, de hecho, algunas personas se ganan la vida con esta actividad.
Sin embargo, una de las amenazas mas potentes de mayor crecimiento y difícil de controlar se encuentra dentro de la organización. La frontera entre los empleados internos y externos cada vez es mas difusa, las organizaciones trabajan con varios proveedores, contratista, trabajadores independientes, personal temporal y algunos procesos se tercerizan a diferentes proveedores de servicios que tienen acceso a información privilegiada de la organización con lo cual es muy fácil perder el rastro de quien es una amenaza interna dificultando el control y conocer lo que pueden hacer.
La amenaza interna es temible por cuanto una persona que pretende hacer daño no requiere ser un experto, solo le basta observar los tutoriales que existen en YouTube sobre lo quiere hacer o navegar por la Dark Web para encontrar las herramientas indicadas.
No Existe una solución mágica a este problema y en realidad es difícil controlarlo, sin embargo podemos minimizar el riesgo con las siguientes practicas básicas:
- Cortafuegos
- Configuración segura de los sistemas
- Actualizaciones regulares de software
- Protección contra Malware
- Control de accesos de usuarios, contraseñas robustas
Por otro lado, se tiene el problema de los empleados que se mueven dentro de la organización en el tiempo que van adquiriendo diferentes roles con diversas cuentas y privilegios de acceso asegurándose que estos sean revocados y actualizados de forma inmediata. Esto requiere una coordinación efectiva entre los gerentes de área, RRHH y Seguridad o TI.
La gestión de accesos y privilegios en una organización es todo un reto y es vital que se conduzca de manera efectiva, de lo contrario, la amenaza interna muy difícil de controlar.